martes, 1 de julio de 2008



Tiro de Gracia al Artista Ecuatoriano
el acuerdo con los "informales"

Cuando me enteré sobre el acuerdo entre el Ministerio de Cultura, el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual - IEPI, el SRI y los "vendedores informales de CDS", pensé que era una broma. Conozco personalmente a algunos de los directivos de esas instituciones y no imaginé posible tal atrocidad.

Pero resulta que es en serio! ¡Qué increíble! Estábamos soñando con una Acción Salvadora y lo que recibimos es un Tiro de Gracia! Aparte del desastre que algo así significaría para los músicos del Ecuador, la sola idea va contra toda legalidad, toda ética y toda justicia!

Los "vendedores informales" venden discos piratas. La piratería es simplemente ilegal, no se puede pretender lo contrario.

Yo soy un autor y compositor ecuatoriano. Esa canción que se vende en la calle es mía, es mucho más mía que suya la casa que usted compró, pues mi canción es creada por mi y sin mi no existiría. Nació de mi y solo de mi. Invertí tiempo, talento, esfuerzo y años de dedicación para crearla. Esa canción es mi propiedad.

Yo soy un cantante ecuatoriano. Esa interpretación que se vende en la calle es mía. Es tan mía como suyo es el automóvil en el que usted ha invertido tanto de su dinero. Yo invertí mi dinero en instrumentos musicales, en preparación, en alquilar un lugar donde ensayar; yo invertí mi tiempo practicando para ser mejor, desarrollando mi carrera, mejorándome constantemente para que el público quiera escuchar mi voz. Y yo puse mi corazón, mi voz y mi esfuerzo en esa interpretación, en perseguir mis sueños. Esa interpretación es mi propiedad.

Yo soy un productor musical ecuatoriano. Esa grabación que se vende en la calle es mía, tan mía como suyo es cada tallo de rosa que con tanto esfuerzo ha sembrado usted en su negocio. Yo invertí mis ahorros para pagar un estudio de grabación, contratar músicos, diseñar una portada, generar una campaña de promoción para que la gente conozca la canción, etc., etc., etc. Esa producción es mi propiedad.

Esa canción, esa interpretación y esa producción son mi propiedad, y me ha costado mucho esfuerzo y dinero, al igual que le han costado mucho esfuerzo y dinero a usted cada una de sus propiedades.

Adueñarse de una propiedad es robarla. Vender propiedad ajena es vender un objeto robado. Comprarla es comprar un objeto robado. Las tres acciones son penadas por la Ley. Es así de simple. No importa que el CD original le parezca caro; yo no entro a un almacén a robarme un Ferrari porque me parece caro. No importa que Shakira ya tenga mucho dinero; yo no entro a su casa a robarme sus muebles porque usted es millonario. El precio del CD puede parecer alto para unos y justo para otros, pero en términos simples es mi canción y yo la vendo al precio que yo quiera. Es más, yo soy el único que tiene derecho a ponerle precio!!!! Usted puede NO comprar el CD si le parece caro, pero bajo ninguna circunstancia tiene derecho a robarlo. El robo es ilegal. La piratería es ilegal. Punto.


Ahora bien, el Gobierno tiene el deber de proteger las propiedades - los bienes - de los ecuatorianos; esa es una de las funciones que tiene el estado. Por años hemos esperado que algún gobierno tome una acción seria para garantizar nuestro patrimonio, nuestra propiedad intelectual, los bienes en los que muchos ecuatorianos hemos invertido todo lo que tenemos.

Lejos de hacerlo, los gobiernos han dejado prosperar este cáncer que crece ya en casi todo hogar ecuatoriano. Es un problema de educación, de cultura, de comunicación; es un tema de responsabilidad del Estado. Paradójicamente se venden CDs ilegales frente al mismísimo Ministerio de Gobierno, en las narices de cualquier policía, en los juzgados, en la Casa de la Cultura. De hecho, estoy seguro que serán contados los policías que no tienen CDs piratas en sus autos y casas; es más, seguro que prácticamente todo diputado, asambleísta, ministro o juez tiene por lo menos un CD o un DVD pirata en sus casa. ¿Y el señor Presidente?

Pensé que Correa no le tendría miedo. Ahora en cambio, ¡que sorpresa!, resulta que vamos a hacer un acuerdo con los "vendedores informales", en vez de desarmar su negocio ilícito.

Mi primera pregunta fue: ¿por los intereses de quién se está velando con esta iniciativa del acuerdo? Lo de que es para beneficiar a los autores no se la cree nadie (ya vamos a hacer las matemáticas!); ¿es por los "vendedores informales"? ¿Es que esta pobre gente no puede vender otra cosa que no sean discos piratas? ¿Es que solo saben vender objetos robados? Y si así fuera, ¿vamos a hacer entonces también un acuerdo con los secuestradores (pobrecitos!), con los ladrones de casas (que también tienen hijos) y con los asalta-bancos?

Aunque sí, es cierto: los "vendedores informales" no son el verdadero problema. Si el Gobierno realmente quisiera solucionar el tema de la Piratería, iría directamente a la Fuente, la cual es muy fácil de rastrear: solo hay que seguir el rastro de los CDs vírgenes; es casi como seguir a las hormiguitas al hormiguero!!! ¿Qué tan difícil puede ser? No creo que esa billonada de CDs que entra al Ecuador cada mes sea tan fácil de ocultar, ¿o si? ¿Qué tan intocable puede ser esta gente para el Presidente Correa? Aplíquese la ley y ya! Y claro, los "vendedores informales" deberán vender cosas legales o buscarse otro trabajo: no hay ninguna razón, ninguna justificación, ninguna base legal, moral o ética para ceder en esto; la aplicación de la Ley y de la Justicia no pueden ser negociables!!!

Pero saltándose la Ética, la Moral y la Legalidad (lamentable costumbre ya, en nuestra podrida realidad), vamos a la práctica:

OK, entonces $0.05 (cinco centavos) por cada CD pirata van para autores y compositores.

  1. Lo primero que salta a la vista es que el productor y el intérprete trabajan gratis. Es decir no gratis, sino a pérdida, porque los dos invierten en la producción pero no reciben un solo centavo de la venta, a menos que los tres sean la misma persona (autor-compositor, productor e intérprete), algo que se da en aproximadamente el 20% de los artistas ecuatorianos.

  2. Esos $0.05 centavos no es que los ponen los "vendedores informales", no, no, no. Se financian con un impuesto al CD virgen, que además de ser la materia prima del CD pirata, es una herramienta de trabajo que usa quién? Ajá! Los autores y compositores, los intérpretes, los productores, los arreglistas, los ingenieros de sonido y los músicos en general (entre un montón de etcéteras más), así que no solamente que nos van a dar una miseria por nuestro trabajo, sino que además nosotros tenemos que financiarlo!!

  3. Pero digamos que nada de eso importa. Digamos además que un CD pirata "x" tiene 12 canciones (poco común en un CD pirata: les gusta poner por lo menos 20, total no les cuesta!) y que las 12 canciones son de mi autoría y composición, es decir que soy el único beneficiario de $0.03 de esos jugosos $0.05 por CD (ah, sí, es que los otros 2 centavos van a parar a un fondo...). Tendrá que existir, claro, una Entidad que se encargue de la imposible labor de saber quienes son los autores y compositores de cada una de las canciones de cada uno de los CDs piratas que se venden día a día en el País, para luego hacer llegar ese dinero a cada autor y compositor. Esa Entidad se quedará con el normal 30% de gastos administrativos (salvo que se la piense financiar con un impuesto a las cuerdas de guitarra!). Eso significaría que si se venden 300.000 copias de un CD con mis canciones (una brutalidad de CDs nunca alcanzada en nuestro mercado!), yo recibiré $9.000 - 30% = $6.300. Esa sería la máxima aspiración de un artista ecuatoriano: lograr un record histórico de ventas para ganar $6.300. Seis mil trescientos dólares..., el artista ecuatoriano más exitoso de todos los tiempos recibiría seis mil trescientos dólares para hacer su siguiente producción... (y para los demás, mejor ni hablar). ¿Usted tiene idea, señor Ministro, cuánto cuesta hacer un CD? Lo peor es que ¡¡claro que si!!! ¡Usted lo sabe en carne propia! Entonces, ¿porqué estas matemáticas? ¿Quién podría defenderlas? ¿Qué hay detrás de todo esto?


Es un Tiro de Gracia para el artista ecuatoriano, desde cualquier punto de vista. No es solamente que con estos imposibles números crecería la brecha entre la calidad de nuestra producción y la de industrias más avanzadas como la de Colombia, por dar un ejemplo; porque seamos claros, talento hay de sobra en el Ecuador, pero nos falta industria, nos falta inversión, nos falta infraestructura, nos falta escuela; nos falta presupuesto. No nos sobra, nos falta! (NOTA: un CD medianamente producido para competir dignamente con una producción Colombiana, por ejemplo, no baja de $20.000 ... sin video-clip, claro.)

Pero es más grave que eso, y más profundo. Es el tener que rendirse, el perder las esperanzas, el quedarse solo en la lucha, el desaparecer la posibilidad de un futuro mejor, el sentir la vergüenza de ser traicionado en mi propia casa. Es la decepción de ver que el gobierno que debería defenderme se pasa al bando de los malos, que el Ministerio de Cultura transa con los enemigos de la Cultura, que el Instituto de Propiedad Intelectual hace un acuerdo con quienes nos la roban, que el SRI invierte nuestros impuestos en afianzar a la mafia que nos tiene cercados. Es el seguirse quedando poco a poco, y cada vez más, sin país.

¡Es frustrante, es injusto! Más allá de cualquier punto de vista, ¡esa es mi canción!, ¡es mi propiedad!, y ni el Ministerio de Cultura, ni el SRI, ni el IEPI, ni SAYCE ni nadie tiene derecho a decidir cuánto voy a cobrar por ella o si decido o no autorizar a terceros a comercializarla. Este es MI derecho, Señor Presidente, y con todo respeto, es SU deber defenderlo.

Yo le agradezco, Señor Presidente, por el Ministerio de Cultura y por tener a Galo Mora al frente del mismo. Pero le agradecería mucho más un Ministerio de Gobierno que tenga potestad para tomar acciones concretas en contra de quienes están detrás de esta lucrativa pero ilegal industria de la Piratería, gente que tiene nombre y apellido, dirección y teléfono.

Robar es robar, Señor Presidente; pero el mensaje que todos los CDs y DVDs piratas en nuestros hogares están dando a toda una nueva generación de ecuatorianos es que "robar está ok", que "si no lo puedes costear, siempre puedes robarlo", que "lo malo, hecho por muchos, deja de ser malo"; que "robar está ok".


No es su culpa, Señor Presidente, pero es su responsabilidad. Usted así lo eligió.


Atentamente,




Riccardo Perotti